martes, 27 de septiembre de 2011

FOMENTEMOS LA CHIBICLETA


Desde los pagos de Paysandú, el pulpo de rió, llego a la capital con miras de ser una estrella del fútbol uruguayo, alejado de las canchas debido a lesiones internas y delicadas, y su afán por el pucho y la bebida, nos deja estas anécdotas de vida



¡¡¡Un pasito más al fondo!!!

Hace un tiempito (dos días), pude comprobar lo que me dijo un amigo: "en el 104 no saben andar en bondi". Y dicho y hecho, es increíble como la gente, no se si por mal educados, acostumbrados a andar en auto, la verdad no se, pero la gente no está pendiente de su alrededor. En menos de 5 minutos de recorrido, estaba con un chupete que no daba más. El 104 venía de levantar gente de carrasco y se dirigía al centro.

Quiero creer que son sólo las nuevas generaciones, nacidas en la burbuja de carrasco (sin despreciar y con un poco de envidia), que no están acostumbrados a andar en bus. Igual pa mi no pasa por una cuestión de "saber" o no "no saber", es ya un tema de generosidad, de respeto, de atento, “de no tener calle” diría otro gran amigo…

"Un paso más que hay lugar", eso fue lo que le faltó decir al guarda, que seguramente esté repodrido de pedir todas las mañana eso, y desistió, ya se calla la boca y listo.

Pude apreciar dos tipos de “gentes”: uno de ellos son los guachos (entre 14 y 17 años) que con la mochila colgada atrás, se quedan parados en el medio del bus, con el celular mandando mensajitos de texto y la música al mango. Dense cuente loco que tiene que seguir caminando, y cuando alguien les pide que vayan "hacia atrás", no son dos pasos y listo, tiene que seguir y seguir hasta el fondo fondo.

Y más adentrado en el recorrido del 104, observé detalladamente, la parejita (mujer / hombre) que uno va sentado y el otro quiere quedarse al lado parado. Es como que si dejaran de ver por 10 minutos, se pierden arriba del bus y bajan en diferentes paradas y nunca más se ven en la vida. Por dioo! Se van los dos al fondo y si quieren se miran y se chuponean y todo, pero no se queden trancando agarrados del caño, como si estuvieran al lado de un abismo y si dan un paso se queman con lava.

Y uno (yo en este caso) cuando esta trancado en todo el borbollón, apretado adelante, empieza a mirar al pelotudo/a que esta trancando todo e inmediatamente mira al fondo...levanta la cabeza con cara de “loco vamos arriba” y si tiene mucho huevo (son pocos), pide que vayan más atrás, o sino se empieza a mandarse hacia el fondo y cuando pasa por al lado del culpable, le da un pequeño empujón, haciéndole entender que vos “tenes calle” y por pobre “sabes andar en bus”.

¡Fomentemos las bicis!

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